Mientras el gobierno federal completaba su investigación antimonopolio de Google Inc., ejecutivos de la compañía tuvieron una ola de reuniones con altos funcionarios de la Casa Blanca y la Comisión Federal de Comercio (FTC, por su sigla en inglés), la agencia a cargo de la investigación.
De acuerdo con los registros de visitas y correos electrónicos a los que tuvo acceso el Wall Street Journal, el cofundador de Google, Larry Page, se reunió con funcionarios de la FTC para discutir los términos de la resolución final y el presidente de la compañía, Eric Schmidt, se reunió en la Casa Blanca con Pete Rouse, un alto asesor del presidente Obama.
Los documentos no muestran exactamente qué se discutió en esos encuentros de fines de 2012. La FTC cerró su investigación poco después, luego de que Google aceptara hacer cambios voluntarios a sus prácticas empresariales.
El acceso de Google a altos funcionarios del gobierno Obama durante una fase crítica de la investigación antimonopolio es un ejemplo del alcance que el gigante de Internet tiene en Washington. Desde que Barack Obama asumió la presidencia, representantes de la empresa de Mountain View, California, se han reunido con funcionarios de alto rango en la Casa Blanca alrededor de 230 veces, un promedio de más o menos una vez por semana, de acuerdo con los registros de visitas revisados por el Journal.
Johanna Shelton, una importante lobista de Google, ha tenido más de 60 reuniones en la Casa Blanca. En comparación, representantes de la firma rival Comcast Corp., también conocida por sus contactos en Washington, han visitado la Casa Blanca alrededor de 20 veces desde que Obama asumió el cargo.
“Creemos que es importante tener una voz fuerte en el debate para ayudar a los políticos a que entiendan nuestro negocio y el esfuerzo que hacemos para mantener la Internet abierta, para construir grandes productos, y para impulsar el crecimiento económico”, dice la portavoz de Google Niki Christoff.
Jennifer Friedman, una portavoz de la Casa Blanca, dijo que la FTC “es un organismo independiente y nosotros respetamos su independencia para tomar decisiones”.
Y agregó: “Los funcionarios de la Casa Blanca se reúnen frecuentemente con ejecutivos para tratar asuntos diferentes. Estas reuniones ayudan a mantener la Casa Blanca al tanto de las perspectivas externas sobre importantes cuestiones de política pública. Nuestro personal es consciente de que no es apropiado para ellos discutir cuestiones relacionadas con la aplicación de reglamentaciones”.
Justin Cole, portavoz de la FTC, dijo: “La FTC es una agencia pública independiente. Sus decisiones se basan en la ley y en las pruebas recolectadas en cada caso”.
La habilidad de Google para estar en una misma habitación con funcionarios importantes del gobierno cobra relevancia a medida que crece el escrutinio sobre la manera en que la empresa logró evitar que la FTC presentara una potencialmente explosiva demanda antimonopolio en su contra. La semana pasada, el Journal informó que el los funcionarios de competencia de la FTC llegaron a la conclusión de que Google utiliza tácticas anticompetitivas y que abusó de su poder de monopolio, afectando tanto a usuarios de Internet como a rivales.
Los funcionarios recomendaron presentar una demanda, lo que habría provocado uno de los más importantes casos antimonopolio desde que el Departamento de Justicia demandó a Microsoft Corp. en la década de 1990. Los comisionados de la FTC votaron unánimemente para poner fin a la investigación.
Registros de visitantes y correos electrónicos internos a los que tuvo acceso el Journal describen reuniones entre representantes de Google, importantes asesores de la Casa Blanca y altos funcionarios de la FTC entre el momento en que la oficina de competencia hizo su recomendación, en agosto de 2012, y el voto de los comisionados, en enero de 2013.
El 6 de noviembre de 2012, la noche de la reelección de Obama, Schmidt estaba supervisando personalmente para el presidente un software que calcula la asistencia de votantes a las urnas. Unas semanas más tarde, Shelton y un abogado antimonopolio de Google fueron a la Casa Blanca para reunirse con uno de los asesores de tecnología de Obama.
A fines de ese mes, la FTC decidió no presentar una demanda antimonopolio contra la empresa, de acuerdo a correos electrónicos internos de la agencia.
Es inusual que asesores de la Casa Blanca hablen con funcionarios de una empresa o de una agencia federal sobre asuntos legales relacionados con esa empresa o agencia. Los funcionarios de la División Antimonopolio del Departamento de Justicia, por lo general, no se reúnen con personal de la Casa Blanca durante sus grandes investigaciones.
Los esfuerzos de Google en Washington también incluyen una bien financiada operación de lobby. El año pasado, Google gastó US$16,8 millones en lobistas, más que cualquier otra compañía a excepción de Comcast, de acuerdo con datos revelados a los reguladores.
En 2014, Google gastó para ese fin más del triple de lo que gastó en 2010, el año anterior al comienzo de la investigación antimonopolio de la FTC, según el Center for Responsive Politics. Google emplea unos 100 lobistas individuales en 20 firmas de lobby.
Durante la campaña de reelección de Obama, los empleados de Google fueron la segunda fuente de donaciones de campaña de parte de una sola empresa estadounidense, detrás de Microsoft.
Una ex vicepresidente de Google, Megan Smith, es ahora Chief Technology Officer (CTO) de los Estados Unidos, y asesora a Obama en temas tecnológicos. Schmidt y otros ejecutivos de Google han integrado paneles de consulta en la Casa Blanca, al igual que funcionarios de otras empresas de tecnología. Ex empleados de Google ayudaron a solucionar los problemas del sitio web healthcare.gov, y Obama mencionó a la empresa en su discurso del Estado de la Unión.
El historial de victorias y derrotas de la compañía en materia de políticas públicas es mixto. Las normas sobre la neutralidad de redes dictadas por la FTC fueron más estrictas de lo que Schmidt quería, y Google ha sido un antagonista de la Agencia de Seguridad Nacional y sus operaciones de espionaje. Por otro lado, Google y otras empresas de Silicon Valley prevalecieron sobre Hollywood en el tema de protecciones de derechos de autor.
Una de las mayores victorias de Google fue el cierre de la investigación antimonopolio de la FTC; una demanda habría puesto en peligro el núcleo de algunas de sus estrategias de negocio. En una clara señal de que estaba en juego, una semana después de hacerse público que la FTC estaba pidiendo documentos relacionados con la investigación, Google contrató 12 firmas de lobby adicionales.
El 12 de diciembre de 2011, de acuerdo con los registros de visitantes y correos electrónicos revisados por el Journal, Shelton, la lobista de Google, y el Director Legal de la empresa, Kent Walker, se reunieron con el presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Jason Furman. Más tarde ese mismo día, Furman se reunió con varios funcionarios de la FTC, incluido el presidente de la comisión, Jon Leibowitz.
Personas familiarizadas con esas reuniones dicen que los representantes de Google hablaron con Furman sobre derechos de autor. Furman y Leibowitz, por su parte, hablaron sobre la competencia en la industria farmacéutica, de acuerdo con una persona presente en esa reunión.
El mismo día, Schmidt, el director de asuntos legales de Google, David Drummond, y representantes de otras empresas de tecnología se reunieron con el entonces Jefe de Personal de la Casa Blanca, Bill Daley. Al día siguiente, Daley se reunió con el presidente de la FTC en la Casa Blanca, mientras Shelton y Drummond se reunían con la asesora principal de Obama, Valerie Jarrett, según muestran los registros de visitas.
En la reunión entre Google y Daley se trató el tema de la privacidad en Internet, dicen fuentes cercanas al encuentro. Daley y Leibowitz hablaron sobre los nombramientos judiciales. No está claro lo que se discutió en las otras reuniones en la Casa Blanca.
Leibowitz dice que “nunca discutiría con nadie en la Casa Blanca ningún tema de investigación, incluyendo la investigación de Google”, añadiendo que nunca habló con Furman o Daley al respecto.
“La FTC es una agencia independiente y los comisionados toman sus obligaciones de independencia y confidencialidad muy en serio”, dice Leibowitz.
En su informe de agosto de 2012, la oficina de competencia recomendó no presentar una demanda antimonopolio contra Google por su negocio de motor de búsqueda, pero recomendó hacerlo en otros tres casos. Un informe separado del Buró de Economía de la FTC desestimó toda acción legal.
Una serie de reuniones, correos electrónicos y llamadas telefónicas siguió al informe de los funcionarios de competencia. Si bien es común que las empresas se comuniquen con los organismos gubernamentales, especialmente cuando las investigaciones se acercan a una conclusión, los registros analizados por el Journal sugieren que hubo más contactos que los que se conocían con anterioridad.
El 7 de noviembre, un abogado de Google envió a Leibowitz y los otros comisionados de la FTC un escrito defendiendo el negocio de Google. Dos días después, Drummond, jefe legal de Google, habló con Leibowitz, según muestran los correos electrónicos revisados.
“Estoy viajando de vuelta a casa, pero tenía una pregunta rápida”, escribió Drummond. “¿Tienes cinco minutos para charlar el fin de semana?”
El 13 de noviembre, la lobista Shelton y el director legal antimonopolio de la empresa se reunieron con uno de los principales asesores de alta tecnología de Obama en la Casa Blanca. La reunión estuvo relacionada con las patentes de Motorola, afirmaron fuentes cercanas a la misma.
Al día siguiente, altos cargos de la FTC se reunieron para discutir el estado de situación de la investigación sobre Google, según muestran los correos electrónicos.
El 27 de noviembre, Larry Page, cofundador de Google, se reunió con la FTC para discutir los términos finales de la negociación. Al día siguiente, un alto asesor de la FTC dijo a otros miembros de la agencia que “vamos a comenzar las conversaciones para un acuerdo con Google”, según un correo electrónico. El 30 de noviembre, Schmidt se reunió con Rouse, alto asesor de la Casa Blanca.
A lo largo del siguiente mes, funcionarios de la FTC y Google trabajaron para concluir la investigación, según muestran los correos electrónicos. Drummond y Leibowitz intercambiaron correos electrónicos y llamadas telefónicas durante las fiestas de fin de año, mientras estaban en vacaciones con sus familias, y en la víspera de Año Nuevo.
“A sus órdenes para cerrar esto”, Drummond escribió al presidente de la FTC el 17 de diciembre de 2012.
Fuente.: The Wall Street Journal.