REDACCIÓN EFE. Los filmes tristes pueden ser una triste noticia para quienes desean mantener la silueta y, para adelgazar, son preferibles las comedias que los dramas.
Es lo que se deduce de un reciente estudio del Laboratorio de Alimentos y Marcas de la Universidad de Cornell (Cornell Food and Brand Lab o CFBL) en Nueva York , EEUU, según el cual las personas que miran películas "arrancalágrimas" comen considerablemente más, debido al impacto emocional del filme.
La investigación del CFBL muestra que aquellos cinéfilos que comían palomitas de maíz mientras veían películas dramáticas o tristes, ingirieron entre el 28 y el 55 por ciento más de esta comida, tanto en laboratorio como en un cine comercial, durante el período de estudio.
Según esta investigación publicada en "JAMA-Internal Medicine", durante el ensayo en laboratorio, los aficionados al cine comieron 28 por ciento más de palomitas de maíz al ver la tragedia ‘Love Story' que al disfrutar de la comedia ‘Sweet Home Alabama'.
Un análisis del consumo de palomitas de maíz en centros comerciales de siete ciudades de Estados Unidos durante el fin de semana siguiente al Día de Acción de Gracias, mostró unos resultados similares, según el CFBL (foodpsychology.cornell.edu) .
Los investigadores del CFBL encontraron que los aficionados al cine que compraron palomitas y vieron la película triste ‘Solaris', comieron un promedio de 55 por ciento más de este cereal que los que vieron la película más optimista ‘Mi gran boda griega': 127 gramos frente a 82 gramos.
Lo bueno de los dramas
Pero si es un aficionado a los filmes lacrimógenas no desespere, ya que "la cintas tristes también pueden llevar a la gente a que coma mayor cantidad de comidas saludables, siempre que la tengan delante de ellos. Las personas consumirían más frutas o verduras si las tienen próximas", según Brian Wansink, profesor de Marketing en Cornell y autor principal de este trabajo.
Este estudio se complementa con otro hallazgo del CFBL, que muestra que "las películas de acción y aventura, pero esta vez en televisión, también conducen a ingerir más calorías, si los alimentos están al alcance de la mano, debido a que los programas estimulantes con secuencias rápidas y cortes de cámara, nos distraen de lo que estamos comiendo".
"Con las películas de acción, la boca entra en acción y la gente come al ritmo del filme, ingiriendo mayor cantidad, porque presta menos atención a lo que ingiere, mientras que las películas tristes podrían generar una ‘comida emocional', o sea inducir a comer para compensar la tristeza que se siente", según Aner Tal, investigador del CFBL y coautor de este estudio.
El profesor Wansink ofrece un consejo práctico para que los cinéfilos puedan mantener su dieta y su silueta cuando ven una película en casa: "mantenga los paquetes de "snacks" y refrigerios fuera del alcance de las manos; lo ideal es dejarlos en la cocina y traer al sofá sólo lo que va a comer".
Aunque para este investigador, la mejor solución es llevar a la mesa situada ante el televisor y tener a nuestro alcance, solo los aperitivos que sean saludables, como las zanahorias, en lugar de, por ejemplo, las ‘cookies', en cuyo caso consumirlas en mayor cantidad no sería un problema, sino una ventaja.
"Es más fácil mantenerse delgado utilizando el conocimiento que recurriendo a la fuerza de voluntad", señala el profesor Wansink, autor de ‘Slim by Design: Mindless Eating Solutions for Everyday Life" (Delgados a propósito: soluciones alimenticias inconscientes para la vida diaria).
Los investigadores del CFBL encontraron que los aficionados al cine que compraron palomitas y vieron la película triste ‘Solaris', comieron un promedio de 55 por ciento más de este cereal que los que vieron la película más optimista ‘Mi gran boda griega': 127 gramos frente a 82 gramos.
Lo bueno de los dramas
Pero si es un aficionado a los filmes lacrimógenas no desespere, ya que "la cintas tristes también pueden llevar a la gente a que coma mayor cantidad de comidas saludables, siempre que la tengan delante de ellos. Las personas consumirían más frutas o verduras si las tienen próximas", según Brian Wansink, profesor de Marketing en Cornell y autor principal de este trabajo.
Este estudio se complementa con otro hallazgo del CFBL, que muestra que "las películas de acción y aventura, pero esta vez en televisión, también conducen a ingerir más calorías, si los alimentos están al alcance de la mano, debido a que los programas estimulantes con secuencias rápidas y cortes de cámara, nos distraen de lo que estamos comiendo".
"Con las películas de acción, la boca entra en acción y la gente come al ritmo del filme, ingiriendo mayor cantidad, porque presta menos atención a lo que ingiere, mientras que las películas tristes podrían generar una ‘comida emocional', o sea inducir a comer para compensar la tristeza que se siente", según Aner Tal, investigador del CFBL y coautor de este estudio.
El profesor Wansink ofrece un consejo práctico para que los cinéfilos puedan mantener su dieta y su silueta cuando ven una película en casa: "mantenga los paquetes de "snacks" y refrigerios fuera del alcance de las manos; lo ideal es dejarlos en la cocina y traer al sofá sólo lo que va a comer".
Aunque para este investigador, la mejor solución es llevar a la mesa situada ante el televisor y tener a nuestro alcance, solo los aperitivos que sean saludables, como las zanahorias, en lugar de, por ejemplo, las ‘cookies', en cuyo caso consumirlas en mayor cantidad no sería un problema, sino una ventaja.
"Es más fácil mantenerse delgado utilizando el conocimiento que recurriendo a la fuerza de voluntad", señala el profesor Wansink, autor de ‘Slim by Design: Mindless Eating Solutions for Everyday Life" (Delgados a propósito: soluciones alimenticias inconscientes para la vida diaria).
Antídotos para comida emocional
El investigador Aner Tal explica Efe unos sencillos consejos prácticos para evitar comer de manera emocional al ver la televisión en casa o una película en el cine.
1.- Evite de manera categórica comer mientras ve una película, ya que tomar un tentempié mientras se está distraído, generalmente es una mala idea, ya que conduce a un mayor consumo.
2.- Si, pese a todo, siente que debe tomar un aperitivo mientras ve una película, sírvase una cantidad razonable, en lugar de poner junto a usted un paquete de patatas fritas o una caja de ‘cookies'.
3.- Efectúe porciones previas de sus tentempiés para no poder comerlos en exceso: es mejor tener delante de uno un tazón mediano de palomitas de maíz, en lugar de un plato gigante.
4.- Mantenga su provisión de comida a una cierta distancia de donde está sentado; siempre podrá servirse más si así lo desea.
5.- Sustituya algunos tentempiés menos saludables por otros más sanos, o al menos mezcle unos con otros, siendo indulgente.
6.- Prepárese los aperitivos que le gustan, pero evite aquellos que no desea comer en exceso.
7.- No tome "grandes decisiones" en materia de alimentos mientras está todavía bajo el influjo de una película triste, y espere hasta que ese efecto hechizante haya pasado para decidir lo que desea tomar en la cena.
8.- Satisfaga sus ansias de comer o picar algo inducido por la tristeza, tomando algunos tentempiés saludables antes de pasar a la comida principal.
Fuente.: Diario Libre
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